Keblinger

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PURA VIDA || PURE LIFE

| martes, 26 de julio de 2011
Bonjour!
Hoy, pese a arriesgarme a defraudar a la gente que me pide que escriba post largos, no voy a contar casi nada, ya que como dicen "una imagen vale más que mil palabras", y las imágenes que os voy a mostrar dicen más que cualquier cosa que yo os pueda contar.

El trabajo en una maternidad es un trabajo duro, no tiene horarios y cuando las cosas se tuercen pueden llegar a ser muy difíciles y ponerse muy feas. Pero tiene una recompensa que pocos trabajos en el mundo tienen. Nosotros, los obstetras (aunque también somos ginecólogos y hacemos otras cosas), no sacamos cálculos biliares o renales, no quitamos apéndices o sacamos muelas; el resultado de nuestro trabajo es la mayor perfección que existe sobre La Tierra.

Aquí os dejo una muestra de estas "perfecciones" con las que he tenido la suerte de encontrarme en estos meses. Cada uno de ellos es una pequeña historia que me acompañará a mi vuelta.


Y por si fuera poco, nuestra casa también se llena de vida por doquier, ya que acabamos de dar la bienvenida a estos 9 pequeñines que "nuestra gordita" ha tenido hace unos dias.




Con esto quiero enseñaros lo afortunada que soy por poder hacer lo que hago a diario, y que al contrario de lo que muchos pensais, no lo estoy pasando tan mal :)

¡Besos!

Pd: y no me pidais que os lleve ningún bebé, porque si fuera posible ya me habría quedado alguno para mí! ;)

CRISIS || CRISIS

| sábado, 23 de julio de 2011
En todos los lugares hay momentos de crisis. Aquí, las pequeñas cosas que apenas valoramos en occidente se convierten en verdadera crisis cuando faltan y otras se quedan en simples anécdotas para el recuerdo.

En el hospital, uno de los "mejores hospitales de Ndjamena, o de Chad, o de Africa" no disponemos de electricidad. Estamos al otro lado del río de la mayor parte de la ciudad, y desde mi ignoracia, creo que ese es uno de los motivos principales, aunque la electricidad brilla por su escasez en toda la capital.
Una calle cualquiera en Ndjamena

Para que el hospital pueda funcionar disponemos de varios generadores, que se encienden por la mañana en horario de consultas y quirófano y también algunas horas por la tarde (para funcionamiento del autoclave, la bomba de agua, etc). También hay otro generador pequeño que da algo de electricidad a la maternidad, sólo a algunas habitaciones, para que por lo menos se puedan atender los partos con luz.



Pero desde hace un par de semanas venimos sufriendo el problema de que se ha averiado uno de los generadores, y arreglarlo está siendo bastante dificil, por falta de mano de obra adecuada, de piezas o de cualquier otra cosa que en Europa sería probablemente bastante más sencillo de conseguir. Como disponemos sólo de un generador para el funcionamiento del hospital y del quirófano estamos viviendo una restricción en el consumo de electricidad, situación que al principio parecía muy drástica (con el posible cierre del hospital si no se solucionaba) pero a la que poco a poco nos hemos ido acostumbrando. Por supuesto que la primera medida (pero para nada la que más importancia tiene) es que no podemos usar los aparatos de aire acondicionado en ningún momento, y ya podeis imaginar lo largas que se hacen las tardes con más de 35ºC y casi un 70-80% de humedad, y lo calentito que está el cuarto por la noche después de estar todo el día a esas temperaturas. Tenemos suerte el día o la noche que llueve porque al menos refresca y corre algo de viento.
 
Uno de los dos quirófanos de Le Bon Samaritain
Otra de la medidas de ahorro es que tenemos organizado con un horario el uso de los aparatos eléctricos, y así tenemos que intentar operar de 8h a 10h si no es urgente y sólo podemos usar el ecógrafo de 10h a 12h, aunque con un pequeño margen de ampliación si no hay ningún otro aparato de radiología en uso al mismo tiempo. Esto no parece un problema mayor si no se sabe que nosotras, las ginecólogas, tenemos establecido el jueves como día principal de ecografía, y justamente el jueves anterior a este problema tampoco funcionó la electricidad, así que mandamos a las pacientes a casa para que volvieran la semana siguiente. Y así nos encontramos el jueves pasado con más de 50 pacientes esperando desde las 7h para hacerse una ecografía en apenas 2 horas y con uno de los dos ecógrafos en huelga absoluta. Sobra decir cómo sudamos esa mañana...

Anécdotas como esta, dificiles de imaginar en un hospital occidental, las tenemos a diario. Tener que hacer el "lavado quirúrgico de manos" con el agua de un cubo porque no llega el agua corriente de la torre; estar terminando de hacer una cesárea y que se apague toda la electricidad del quirófano menos una de las lámparas (gracias a Dios); que nuestro cocinero (que es otra historia aparte...) decida que no nos prepara la cena sin luz, encontrarnos de noche sin nada que comer, a oscuras y tener que pelearnos para que nos dejen coger el coche de noche para ir a cenar a algun sitio...(cosa que finalmente hicimos en el famoso Novotel, bote de spray de pimienta en mano todo el camino jejeje). En fin, pequeñas cosas que se quedarán grabadas en mi "experiencia chadiana".

¡Cada uno soporta el calor nocturno como puede!

Y a parte de estas anécdotas (y de que realmente tengo ganas de pasar una horita con el aire acondicionado) espero que se consiga solucionar el problema pronto, ya que los responsables del hospital no lo deben estar pasando muy bien. Mientras tanto nos adaptaremos lo mejor que podamos, sabiendo que cada día viviremos nuestras crisis particulares, un día la crisis del paracetamol, otro día la de la amoxicilina, etc etc..y las que aún quedan por venir!

¡Un saludo desde mi oscuro horno particular!

CONTRASTES || CONTRASTS

| lunes, 11 de julio de 2011
Hoy, Domingo, es el único día de la semana en que sólo estamos "de guardia" para las posibles urgencias, así que después de un pequeño paseo para comprobar que las pacientes están bien y la maternidad tranquila nos intentamos pasar una mañana de ocio por la ciudad.
Nuestro chófer también descansa los domingos, así que es mi valiente compañera la que nos lleva en una furgoneta a través del caótico tráfico de N´djamena. De los ocho que vamos a tres les toca ir llamando la atención sentados en una banqueta de madera en la parte de atrás, agarrados a los barrotes y dando brincos con cada bache de la carretera, que está asfaltada sólo por algunas zonas. Sabemos que esa manera de viajar no es especialmente legal, pero también sabemos que no es común encontrar a la policia en Domingo por la mañana y que en tal caso, con el nivel de corrupción existente aquí, con unos 5 euros saldremos de apuros.


Nuestra primera parada es una visita obligada para todo extranjero, aunque los que me conocen saben que bastante excepcional para mí. Dos horas de reloj de misa chadiana, en una parroquia del quartier Paris-Congo relacionada con una comunidad de jesuitas a la que pertenecen algunos de nuestros compañeros del hospital. La misa y su entorno, sin duda, un espectáculo para culquier occidental.

La iglesia, sin lujos, sin vidrieras ni pan de oro ni mármoles, tan sólo un alto techo de madera roida, un altar con una pobre imagen de jesucristo y cerca, otra escultura que parece ser una virgen. Adornándola, algo tan sencillo y entrañable para mí como una serie de cadenetas de cartulina (¡como las que hacíamos para las fiestas del colegio!) y viejos adornos de navidad.

Tanto los alrededores, de suelo sin asfaltar lleno de mini puestecillos, como el interior de la iglesia no podrían estar más concurridos de gente con sus mejores galas: un desfile de mujeres y hombres con trajes multicolores increiblemente limpios y de niños y niñas trajeados de Domingo. Durante dos horas se suceden una canción detrás de otra, en las que todo el mundo participa con una increible pasión, lo que personalmente me recuerda a las famosas misas de Gospel de Harlem.
Viendo como viven estas personas, entre la miseria, en una de las ciudades relativamente más caras del mundo de uno de los paises más pobres y corruptos que existen, en un "descanso" incierto de un continuo de guerras y conflictos, no cuesta tanto comprender su entrega a DIOS y la celebración de su día grande, donde todo lo demás pierde importancia y cobra sentido.

Tras de esta inmersión cultural, y después una deleitada parada en la única tienda occidentalizada de toda N´djamena (aunque para nada barata: una botella de coca cola de 1.5l 2 euros, una lata de atún 2 euros como mínimo y un bote de limpiador para baños más de 6 euros!) nos dirigimos a la siguiente parada a tomar unas cervezas antes de regresar para comer: el Novotel (150 euros la noche). A unos minutos en coche del Africa profunda se encuentra este oasis, donde los occidentales de piel clara (principalmente trabajadores de las embajadas francesa y americana y militares de la base francesa) y unos cuantos locales ricos vienen a pasar el día en la piscina por unos 15 euros. Nosotros nos limitamos a tomar algo y observar el ambiente, aunque con los 37ºC o más no faltaron ganas de meterse en el agua (otra vez será).

Es una sensación extraña, quizás bastante desagradable al principio, encontrarse en un lugar tan inaccesible para la gente, viendo a lo lejos sus pequeñas chozas; pero también he de reconocer que es agradable poder olvidarse de todo lo que te rodea por un par de horas y recordar lo bien que se vive en casa.


Y bueno, después de la excursión tocaba volver a casa, donde nuestro amable cocinero nos había preparado el habitual pollo con patatas de los domingos, y donde nos esperaba una larga y calurosa tarde sin electricidad. Poco más que hacer antes de dormir para empezar una nueva semana de trabajo.

Un saludo!


PD: he de decir, que aunque ayer fue Domingo, esto lo escribí hace varias semanas, aunque cada domingo hemos intentado hacer algo diferente al resto de la semana.
Ayer, tras saltarme el paso de la misa esperaba unirme a mis compañeros el resto de la jornada, para estrenar por fin la piscina con mi nuevo bikini chadiano ;) Pero el tiempo no encontró otro día mejor para ponerse feo y un poco fresco, así que nos tuvimos que conformar con una cocacola y un pequeño paseo...en fin, otro día será. Al menos me queda mi preciada adquisión de la tienda  (un bote de Nutella!!) :D

FAMILIA || FAMILY

| sábado, 9 de julio de 2011
Hay determinados momentos en la vida, a veces para nada agradables, en los que te das cuenta de que hay pocas cosas tan importantes como la familia. La familia es capaz de darte alegrias inmensas que se viven como propias, pero también es capaz de provocar el mayor dolor que una persona es capaz de soportar.

En la lejanía, a veces los amigos se convierten en una verdadera familia. Aquí, en este lugar en el que hay pocas cosas que hacer durante gran parte del día, donde las horas pasan sin electricidad, internet o televisión, donde salir a cualquier sitio supone siempre un esfuerzo y un quebradero de cabeza, los amigos llegan a tomar el rol de familia. Aquí, algunos pasan más fugazmente y otros se quedan más tiempo, pero siempre compartiendo tardes de ver la misma película una y otra vez, ratos de cervezas y charlas, anécdotas en el quirófano, noches de reflexión a la luz de las velas, días de ocio y de paseo...al fin y al cabo momentos y personas que hacen que vivir en un recóndito lugar alejado de la civilización sea llevadero y se convierta en algo para recordar.

Parte de mi familia chadiana


Pero esta gente (o a veces nosotros mismos) siempre está de paso, y llega el día en que deben marcharse. Nunca es agradable decir adios, así que yo seguiré diciéndoles "hasta la vista". Porque al fin y al cabo, el mundo es un pañuelo, ¿no?



Un saludo para todos, sobre todo para mi familia y para aquellos que en algún momento de mi vida asumieron ese rol de "familia" para mí.
 

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