Más de mes y medio en Lesbos y nada ha cambiado. Bueno
no, nada ha mejorado, porque la situación se está volviendo cada vez más
insostenible.

Familias
durmiendo a la intemperie porque hace tiempo que dejaron de quedar
tiendas o isoboxes disponibles. Mujeres que lloran desesperadas porque tienen que pernoctar codo con codo (que no dormir) junto a hombres desconocidos, a veces borrachos, justo
después de haber pasado por un viaje interminable, horrible y
frecuentemente lleno de historias de violencia sexual. Baños y duchas
insuficientes, insalubres y lejanas, colas interminables (y peleas) para
conseguir comida... Personas con enfermedades crónicas graves para las
que no hay ni tratamiento ni medios como una simple silla de ruedas para
poder ir a orinar.
Y cómo no, ayer volvió a suceder otra desgracia. Anoche murió un chico apuñalado en un pelea con otros chicos. Un menor no acompañado, un niño sin familia. Uno muerto y otros cuantos heridos. Pero eso es lo único que puede ocurrir cuando se mete a casi 600 niños no acompañados en un "módulo seguro" en el que no debería haber más de 160. Conflictos y peleas por los recursos. Niños que crecen en la violencia y, como es esperable, la sufren y no dudan en usarla para proteger lo que creen que es suyo. Cientos de niños que van a crecer rotos y se van a convertir en adultos dañados si nadie hace algo por ellos.
Estoy
segura de que ni yo ni ninguna de las personas que estáis leyendo esto
tenemos la solución a este enorme problema. Pero de lo que sí estoy
segura es de que encarcelar a seres humanos en una prisión sin techo,
despojándoles de toda humanidad, dignidad y derechos no puede ser nunca
la solución. Ni jamás podrá traer nada bueno a este mundo.
¿Cuánto
dolor más hace falta para que Europa y el resto de naciones ricas
decidan hacer algo al respecto? ¿Cuántos barcos tienen que hundirse en
el mediterráneo? ¿Cuántos capitanes de barco acusados o
arrestados?¿Cuánto tiempo vamos a seguir pensando que tenemos más
derechos que estas personas por haber nacido en otro lugar?
2 comentarios:
Lo lees y se te encoje el �� y sólo estás leyendo a miles de kms de distancia. Te invade la impotencia, la rabia y no entiendes el sinsentido humanitario que existe, así que quienes estáis allí ni imaginar vuestros sentimientos. Sólo te consuela saber que aún hay personas comprometidas que luchan y ayudan más allá de lo imaginable. Y desde la distancia, sentir la obligación de deciros a todos que es un orgullo que seáis como sois y daros las gracias por la labor que lleváis a cabo. Sois grandes, muy grandes.
Se gestiona toda la frustación como se puede...
Muchas gracias!!
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