Keblinger

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LA LLUVIA || THE RAIN

| lunes, 20 de junio de 2011
Al calor más sofocante de la noche le sigue la nube de polvo que lo invade todo, llevándose toda la visibilidad y prediciendo una inminente tormenta. Y así es, el cielo explota de golpe y parece que se rompen las compuertas que lo contienen, dejando caer un manto de agua y truenos. Toda la ciudad, al otro lado del río, se hunde en la oscuridad, sin electricidad, pero nuestros aparatos de aire, frigorífico y luces siguen funcionando gracias al grupo electrógeno que nos da la luz. Esta noche llegan más cooperantes en el vuelo de Paris, así que tendremos luz una hora más, hasta las 22h.

Yo, desde mi cama, con colchón y mosquitera, recién duchada y cubierta de repelente de mosquitos de 10 euros los 50 ml (más mi pastillita semanal contra la malaria), con el aire acondicionado aún encendido, con mi maleta repleta de medicamentos “por si acaso”, el estómago digiriendo el plato de pasta de la cena y bebiendo de mi botellita de agua filtrada semicongelada, me asombro de la gran tormenta que esta cayendo sobre mi techo de Uralita. A mí que me gustaba dormir con el sonido de la lluvia… pero quizás no tan alto el sonido…
Me asusta la lluvia y el viento huracanado que no cesan (¡y si cesa la lluvia mal asunto para los campos!) mientras escribo en mi portátil con su batería cargada (si antes digo que tengo el aire puesto, antes se va la luz…) y me preparo para ver una serie de las que traje descargadas. Pero mientras sigo oyendo el agua caer no puedo dejar de pensar en mis vecinos, todos mis vecinos de la "ciudad" y del campo, que estarán bajo los techos de sus enanas casas de adobe que ahora se “derriten” con la tormenta; sin luz, sin agua, y probablemente con el estómago no muy lleno.

Mi mente vuela corriendo a otro lugar, a España, a Sevilla, donde mi madre seguro se estará preguntando cómo estoy, ya que apenas me conecto a Internet para mandarle un simple email de “Sigo viva. Estoy muy bien. Te quiero”. Pobrecita su niña, que está muy lejos en África, sin tener de nada y pasando penurias… Ingenua, ella, e ingenua yo que pensaba que estaba haciendo un sacrificio al venir. Y bueno, “he sacrificado” durante un par de meses los millones de cosas que tengo y realmente no necesito por otro montón de cosas básicas que sigo teniendo pero que esta gran mayoría de gente no tiene. Y ya no están “allá lejos en África”, ahora viven a 500 metros de mí.

Y claro que todo no son flores para mí: tengo que hacer una visita al baño cada dos por tres y además ahora podría sonar el móvil y tendría que ir a oscuras al hospital, por el campo lleno de charcos (por supuesto con mis botines de 80 euros, regalo de mis compañeros) y debajo del chaparrón. Pero también sería probable que mi divertida caminata fuera para hacer una cesárea al niño muerto de alguna mujer que tras tres días de parto frustrado ha venido caminando también bajo la lluvia (pero ella con chanclas de goma). Así que no, nunca estaré a su altura, siempre seré la persona que fue bendecida con la SUERTE de nacer en otro lugar. Pasarán estos meses y yo volveré a mi vida, pero ellos, todos estos millones de personas, volverán a construir su casita de adobe y volverán a intentar un nuevo embarazo, a ver si en el próximo hay más suerte.

En fin,hoy me apetecia compartir mis pensamientos con vosotros. Estoy bien y tengo muchas facilidades, así que incluso aquí (mucho más aquí!) sigo siendo una de las pocas personas privilegiadas de este mundo. Y ahora también soy una privilegiada por poder contaros lo que mis ojos me enseñan estos dias.

¡¡Buenas noches!!


PD:mi cámara se ha perdido, y con ella mis fotos de la tormenta de polvo.

BIENVENUE EN AFRICA

| martes, 14 de junio de 2011
Para la curiosidad de algunos y la tranquilidad de otros: ya estoy en Africa y estoy bien ;)

Tras nervios de los últimos días, el miedo a lo desconocido y a los posibles compañeros de piso pertenecientes al reino animal rastrero, y el tipico arrepentimiento de última hora, ha llegado la calma. Y el calor..

Tirar de la maleta de 23 kilos + mochila cargadas hasta arriba de cosas variopintas con la única mano que me queda libre me hizo pasar momentos entretenidos en el itinerario Sevilla-Madrid-Hotel-Paris-Ndjamena, con chaparrón sin paraguas incluido y paseo de la mochila con el portatil escaleras abajo en el avión...pero puedo decir que hemos llegado todos vivos.

El vuelo Paris-Chad se me hizo más largo de lo que esperaba, pero el momento más interesante fue cuando, sobrevolando Chad,a las 9 de la noche (equivalente español a las 10 de la noche, pero completamente de noche)  miro el mapa de la pantalla y veo "altitud 2000m, temperatura 15ºC" y claro, a eso le siguió la bofetada de los húmedos 35 ºC en plena noche al salir del avión.
Pero cuando ya pude comprobar que efectivamente estaba en otro pais, en otro continente, en otra dimensión..fue al llegar a la "terminal" del aeropuerto con los controles de inmigración...recinto que más o menos puede ser como el salón de mi casa (después de haber tenido a mis cuatro sobrinos todo el fin de semana alli), el vestuario del personal masculino, el descontrol y super control de equipajes y los como-iban-a-faltar soldados armados hasta los dientes.

Al bajar del avión me esperaban (a mí y a dos cirujanos que venían en el mismo avión) para llevarme al campus del hospital, atravesando por primera vez la intrigante-temerosa oscuridad de la "ciudad" de Ndjamena, que podría definir como cualquier cosa menos lo que nosotros conocemos como ciudad. Y he de reconocer que, con sus diferencias, me recordó bastante a las zonas rurales de la India, con sus puestecillos, la gente tumbada en la calle al aire libre y el improvisado "cine" de un grupo de vecinos sentados alrededor de una vieja televisión. Ya he tenido la oportunidad de volver a visitar la ciudad de día, así que en el próximo post (si la conexión me deja) escribiré sobre Chad y Ndjamena.

Por lo demás los días han transcurrido relativamente tranquilos, con la compañía de la ginecóloga que lleva aquí 4 meses (y que también se llama Carolina, lo que nos hace ser un chiste andante). Vivimos en una casita en la  que tenemos más facilidades de las que esperaba encontrar, como una habitación con ducha e internet que falla más de lo que funciona. Espero también poder ir escribiendo cosas sobre el hospital y la facultad, y sobre el trabajo que hago aqui, que es bastante diferente al que hacía antes. Lo que no creo es que pueda aportar muchas fotos, ya que en Chad las fotos están "prohibidas" si no tienes un permiso oficial... pero bueno, alguna pondré ;)

Para terminar como empecé contaré que lo que peor se lleva aquí con diferencia es el calor. Hace un calor sofocante y húmedo que te tiene sudando continuamente y que convierte la habitación en un horno por la noche, lo que hace bastante dificil poder dormir en el charco que se forma en las sábanas (y recordad que soy sevillana!!). Pero bueno, he descubierto que después de varios días de no dormir, al final una noche duermes por agotamiento...í
Pero no me puedo quejar...porque ahora el patio de mi casa tiene un río con barquitos, pescadores e hipopótamos!! Ya veremos si cuando lleguen las lluvias me sigue haciendo la misma gracia tener el rio tan cerca...




En fin, hasta la proxima vez que la conexión a internet funcione!!

Adios Cuenca, Hola...Africa || Bye Cuenca, Hello...Africa

| miércoles, 1 de junio de 2011
Desde esta época de caos que es una mudanza y la preparación de un viaje internacional me gustaría dedicar unos minutos para sentarme y rememorar estos últimos años de mi vida, que han transcurrido principalmente en Cuenca.

Hoy, desde Sevilla ya, puedo decir oficialmente que mi formación como MIR ha terminado y que ya soy ginecóloga-obstetra. Y desde aquí me gustaría hacer un homenaje a todas esas personas que me han ayudado a conseguir que esto se haga realidad. Muchas de estas personas son de mi entorno familiar y amigos, a los por supuesto les agradezco su apoyo, pero ahora me refiero a mis compañeros y amigos de Cuenca. A todas esas personas que piensan que me olvidaré de ellos, pero que saben que no lo haré.

A todos vosotros, gracias por los buenos momentos (y por estar también en los malos), gracias por los conocimientos transmitidos, gracias por una despedida tan divertida y emotiva y sobre todo, gracias por vuestra amistad. Os llevaré en la maleta en la que llevo las únicas cosas importantes de mi vida, las que no se pueden pagar con dinero.

(Clic en la imagen para ver a tamaño completo)

Ahora toca pasar página y bueno, para aquellos que aún no lo sepan, tengo el placer de contar que en una semana viajaré a África, a la República del Chad, donde pasaré los próximos meses. Acudo como cooperante a un proyecto que creo que será muy interesante y que seguro me aportará a mí mucho más de lo que yo le pueda aportar a él. Espero poder ir escribiendo desde allí ya que no creo que los nervios y los preparativos me dejen contar mucho más esta semana.

Así que...hasta pronto!!
 

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