Keblinger

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De pitos, motos y porqué no podría quedarme || About horns, motorcycles and why I could not stay

| miércoles, 7 de noviembre de 2012
Hola!!

Pues ya llevo practicamente 4 meses en Hanoi y definitivamente ya hace rato que pasé el ecuador del viaje, porque me quedan menos de 2 meses en esta ciudad, o al menos en la oficina. Parece mentira lo abandonado que tengo el blog, pero la verdad es que los pocos ratos libres que tengo no me apetece volver a sentarme en el ordenador a seguir escribiendo cosas. Además, como yo digo, “vivir fuera no es viajar”, y aunque he viajado y he visto y hecho cosas muy interesantes, mi día a día en Hanoi es bastante parecido al del cualquier persona que trabaja en una oficina en cualquier otro lugar del mundo.
Lago Hoam Kiem de noche


Con matronas de todo el mundo
Como ya conté, llegué a Vietnam en Julio para realizar las prácticas del máster, y para ello estoy trabajando en una agencia de la ONU, el UNFPA o Fondo de Población de las Naciones Unidas, que es la agencia encargada de temas de salud sexual y reproductiva y población. Así que bueno, mi día transcurre en una oficina, sentada delante de mi ordenador  investigando sobre temas de SSR para sacar evidencias que puedan servir de base para futuras políticas gubernamentales. Mi trabajo se centra sobre todo en cáncer de cuello uterino y en la regulación de la profesión de matrona, así que me acuerdo mucho de mis matronas de Cuenca, algunas de las cuales fueron como mis mamis durante el tiempo que viví allí… un beso muy grande para mis matronas conquenses!!!


Y bueno, ya sabemos que no soy bicho de oficina, lo sabíamos antes y ahora lo sabemos aún mejor ;) Echo bastante de menos la acción, el trato directo con las mujeres, entre otras cosas la sensación de coger a una mini personita justo al nacer, y por ello es cuanto menos curiosa la forma en que  mis compañeras me miran cuando me sugieren que vayamos a un hospital a ver si me dejan ver un parto, y yo en seguida les digo: “¿mirar? ¡¡No!! ¡¡Lo que yo necesito es llenarme las manos de saaangre!!”  Jajaja Ponen una cara muy graciosa, seguro que tan graciosa como la que estáis poniendo vosotros ahora :) Pero bueno, como dije anteriormente, después de haber vivido en  6 o 7 ciudades de 4 continentes en los últimos 3 años, y después de la experiencia chadiana, interesante pero también muy sobrecogedora y estresante en algunos momentos, no está mal frenar un poco  durante unos meses, aunque ello implique politiqueos y comidas con “gente de las altas esferas” a las que mi madre no me deja ir con mis pantalones cagados ;)

Un pequeño atasco en Hanoi
Sobre Hanoi, pues bueno… dicen que Nueva York es una ciudad que amas u odias, pues Hanoi es una ciudad para amar y odiar al mismo tiempo!!  Una de las cosas más llamativas de la ciudad y que más impresiona a los turistas es el caótico tráfico. La ciudad se convierte fácilmente en una ciudad sin ley tomada por miles de motos que pitan CON-TI-NUA-MEN-TE y que pueden llegar a volverte loca (y hacerte gritar de todo en cada uno de los idiomas que conoces), convirtiendo la simple tarea de cruzar una calle en toda una odisea. Aunque también es sorprendente lo sencillo que resulta adaptarse a esa caótica situación, dejándose mecer por  la corriente en un estado de consciencia meditativa (como me gusta llamar a mi estado de relajación mental para no mandar a freír espárragos a todos los que pitan), y cuando te das cuenta llevas más de cien metros recorridos en contramano por no poder acceder al carril que te tocaba, y encima casi vacilando. Miedo me da cuando la reivinbici y yo volvamos a España y nos de por entrar en ese estado de trance... a los dos días seguro que me quitan el carne por puntos de la bici!!

Pero entre todo ese caos, ruido y sólida polución también hay pequeñas maravillas escondidas, como en todos los lugares. Un mercado de frutas y verduras con vendedoras de sombreros cónicos en cualquier callejón, una pequeña pagoda con olor a incienso camuflada en el patio de cualquier casucha de pintura desconchada, o un pequeño puesto de comida cuya apariencia no tiene absolutamente nada que ver con el sabor de su Phở o su Bún chả. Sin olvidarnos del zumo de frutas tropicales a la orilla del lago Tay Ho (westlake) mientras las vietnamitas, vestidas con sus mallas y pijamas, hacen sus ejercicios  vespertinos en plena calle al ritmo de la música, el Cà phê sữa chua en una terraza con vistas al lago Hoam Kiem escondida detrás de una tienda de ropa o las cenas con mis compis en “la calle del pollo”, sentados en banquitos de guardería que hacen que te levantes como si tuvieras 120 años.

Mercadito, Lago Tay Ho y... ¿alguien quiere un poco de pollo? ;)

Por lo demás, en Hanoi he tenido la suerte de encontrarme con un puñado de personas estupendas de muchos lugares. He de reconocer que la “comunidad española de Hanoi” o “Taybanholos” son producto de calidad, como el jamón ibérico que escasea por aquí, pero también he tenido la suerte de acabar viviendo en una casa (o comuna, como yo le llamo) llena de gente, de entre los cuales he hecho buenos amigos con los que puedo aprender palabras en vietnamita que ningún vietnamita entenderá luego, preparar cenas en familia o viajar.

Fiesta del Moon festival en la terraza  y Taybanolos haciendo un Flash Mob

En definitiva, de Hanoi me llevaré, como siempre, amigos y recuerdos, pero no es el lugar que más me ha gustado de Vietnam. Pero de viajes y paseos, como del que regresé hace un par de días, os hablaré en otro momento, quién sabe cuando…

Un abrazo!!


Pd: Y como sé que en realidad lo que os interesa son las fotos...aquí os dejo algunas de riquísimas comiditas vietnamitas :)
Dumplings de Huếgỏi cuốn y bún chả



De Bilbao a Hanoi || From Bilbao to Hanoi

| sábado, 18 de agosto de 2012
Hola!! Ya estoy por aqui de nuevo!! Aunque parece que es mejor no hacer promesas que no sabes si vas a cumplir, ¿verdad? Bueno, sólo puedo decir a mi favor que ha sido un año intenso...

Ahora escribo desde mi nueva habitación de la casa en la que vivo desde hace una semanita, aunque hace ya como un mes que estoy en Hanoi, la capital de Vietnam, mes que he pasado entre hoteles y casa de acogida (gracias a mis amables anfitrionas, que han hecho mi aterrizaje mucho más ameno!!). Y bueno, aprovecho para escribir hoy ya que estoy de confinamiento de viernes por la noche porque está aterrizando en Hanoi una tormenta tropical (tifón KaiTak) que parece que va a hacer que mañana tengamos que salir en barca...

Vistas de Hanoi

Mi trabajo en Vietnam es muy diferente al último que tuve, que implicaba cosas tan diversas como un quirófano de urgencias dependiente de un generador y sin aire acondicionado, malaria o hipopótamos en el rio. Ahora mi día a día transcurre en una oficina y he de reconocer que echo un poco de menos la acción, aunque sé que la acción volverá a mí tarde o temprano, asi que intentaré aprovechar al máximo esta "tranquilidad" aprendiendo todo lo que pueda. Pero ahora no os quiero hablar de esto, no aun.

Sé que estais deseando leer anécdoras de Vietnam y ver fotos de comidas exóticas y de templos budistas y sobre todo de mi primer y famoso paseo a la bahía de Halong, pero eso tendrá que esperar unos dias (ok... os pongo una fotito de un templo que hay cerca de casa). No me parece justo contar qué hago aqui sin contar antes qué es lo que me ha traido hasta aqui, ya que ha sido un año importante para mí.

 
Como ya sabeis, este año he tenido la suerte (y el martirio) de volver a ser de nuevo estudiante a jornada completa en el máster de Desarrollo y Cooperación Internacional de Hegoa. Además he tenido la suerte de vivir una temporada en Bilbao, cuidad que me ha sorprendido gratamente, y me ha encantado poder disfrutar de Euskadi (aunque me he quedado con ganas de más), de cuyos paisajes realmente me he enamorado.

Uno de los paraisos de Euskadi (Lekeitio)

 
Paseando por la puerta de hegoa en "la reivinbici"
Ha sido un año muy intenso y he aprendido mucho, pero sobre todo me he dado cuenta de lo mucho que me queda por aprender y por comprender. Hemos hablado y discutido sobre desarrollo desde muchos puntos de vista, de economía y política en un momento en el que la "crisis" golpeaba bastante fuerte, de soberanía alimentaria, de género y de Derechos Humanos. Han sido muchos los profesores y profesoras de muchos lugares los que han pasado por nuestra aula y han sido muchos los pilares de creencias o conocimientos que se han derrumbado en ese proceso, dejando espacio para crear unos nuevos más solidos. Y aunque no sé si algún dia terminaré de construir mis nuevos pilares, he conseguido aprender que todo debe ser cuestionado, y estoy segura de que la semillita que se ha plantado en mi cabeza tendrá sus frutos algún día.
Pero éste no ha sido un aprendizaje en solitario ni mucho menos. He podido disfrutar este año de la compañía de mi compañero de viaje y caminos pero también de un gran grupo de personas con mucho que aprender y a la vez mucho que enseñar. Gente proveniente de muchos rincones del mundo; personas sencillas, luchadoras, de mente abierta y ganas de cambiar y de comerse el mundo. Y claro, así da gusto. Y aunque el tiempo, los estudios y la vida misma no me ha dejado conocerlas a todas en profundidad, sí que me ha dejado vislumbrar a algunas de ellas: amigos convertidos en familia y personas dignas de gran admiración. 

En nuestra clase y haciendo un picnic en el campus (un dia de sol!!)

Juntos hemos vivido estupendos momentos de reflexión, de diversión y de reivindicación, gritando en la calle en manifestaciones, bebiendo sidra en el Sagardotegi, poteando por el casco viejo y aprovechando cualquier ocasión para celebrar; aunque también hemos vivido momentos más duros y estresantes. Pero sobre todo a su lado he disfrutado de la pasión que sienten por las cosas en las que creen (cosas que casualmente compartimos) y he avanzado en el proceso de aprender a dar la justa importancia a las cosas, luchando por las que merecen la pena y descartando las accesorias, que son las que tienden a llenar cada vez más nuestras vidas.

De casa rural

Parte de mi familia bilbaina

 En fin, todo tiene su lado oscuro y es que, después de convivir en una burbujita de entendimiento mutuo con mis compañeros y amigos, la vida se hace más dificil al intentar integrarse de nuevo en la verdadera "realidad", llena de cosas superficiales y, muy a mi pesar, gentes conformistas (cada vez menos espero!!). 





De cualquier manera...os echo de menos chicos!!! A todos aquellos que estais en Bilbao preparando vuestra tesina os mando muchos animos, que ya os queda poco, y a aquellos que estais repartidos por Latinoamérica, Africa y Asia os deseo que la experiencia sea inolvidable y que aprendais y disfruteis mucho de este tiempo que tenemos la suerte de estar viviendo. Muchas gracias por este año y espero que nos veamos a la vuelta!
Graduación

A los demas os envio un abrazo desde este lado del mundo y "prometo" intentar seguir contando algunas cosillas en los proximos meses, al menos para que conozcais un poco más de este pais tan bonito!

Hasta pronto!



 

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