Más de mes y medio en Lesbos y nada ha cambiado. Bueno
no, nada ha mejorado, porque la situación se está volviendo cada vez más
insostenible.
Más
de 1200 personas saltaron la semana pasada a algún barco y consiguieron
llegar a Grecia, de las cuales más de 800 llegaron a Lesbos y están
ahora hacinadas en ese campo de concentración de "puertas abiertas" que
es Moria. Más de 9000 personas en un espacio en el que oficialmente no
deberían haber más de 2500 o 3000 personas. Y todo
ello con los guardacostas turcos habiendo interceptado y devuelto en lo
que va de mes más de 100 barcos con más de 4000 personas. Una verdadera
locura. Pero no nos
engañemos, una locura que no va a parar porque a quien se monta en un
barco sin saber nadar, por un motivo u otro, hay pocas cosas que puedan
frenarle. Como tampoco te frenaría probablemente a tí, ni a mí.
Familias
durmiendo a la intemperie porque hace tiempo que dejaron de quedar
tiendas o isoboxes disponibles. Mujeres que lloran desesperadas porque tienen que pernoctar codo con codo (que no dormir) junto a hombres desconocidos, a veces borrachos, justo
después de haber pasado por un viaje interminable, horrible y
frecuentemente lleno de historias de violencia sexual. Baños y duchas
insuficientes, insalubres y lejanas, colas interminables (y peleas) para
conseguir comida... Personas con enfermedades crónicas graves para las
que no hay ni tratamiento ni medios como una simple silla de ruedas para
poder ir a orinar.
Y cómo no, ayer volvió a suceder otra desgracia. Anoche murió un chico apuñalado en un pelea con otros chicos. Un menor no acompañado, un niño sin familia. Uno muerto y otros cuantos heridos. Pero eso es lo único que puede ocurrir cuando se mete a casi 600 niños no acompañados en un "módulo seguro" en el que no debería haber más de 160. Conflictos y peleas por los recursos. Niños que crecen en la violencia y, como es esperable, la sufren y no dudan en usarla para proteger lo que creen que es suyo. Cientos de niños que van a crecer rotos y se van a convertir en adultos dañados si nadie hace algo por ellos.
Estoy
segura de que ni yo ni ninguna de las personas que estáis leyendo esto
tenemos la solución a este enorme problema. Pero de lo que sí estoy
segura es de que encarcelar a seres humanos en una prisión sin techo,
despojándoles de toda humanidad, dignidad y derechos no puede ser nunca
la solución. Ni jamás podrá traer nada bueno a este mundo.
¿Cuánto
dolor más hace falta para que Europa y el resto de naciones ricas
decidan hacer algo al respecto? ¿Cuántos barcos tienen que hundirse en
el mediterráneo? ¿Cuántos capitanes de barco acusados o
arrestados?¿Cuánto tiempo vamos a seguir pensando que tenemos más
derechos que estas personas por haber nacido en otro lugar?
2 comentarios:
Lo lees y se te encoje el �� y sólo estás leyendo a miles de kms de distancia. Te invade la impotencia, la rabia y no entiendes el sinsentido humanitario que existe, así que quienes estáis allí ni imaginar vuestros sentimientos. Sólo te consuela saber que aún hay personas comprometidas que luchan y ayudan más allá de lo imaginable. Y desde la distancia, sentir la obligación de deciros a todos que es un orgullo que seáis como sois y daros las gracias por la labor que lleváis a cabo. Sois grandes, muy grandes.
Se gestiona toda la frustación como se puede...
Muchas gracias!!
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